Viajar y hacer compras puede ser una combinación peligrosa. Entre tantas tiendas, descuentos y souvenirs tentadores, es fácil llevarse cosas que no necesitamos o que terminan olvidadas en un cajón. Y si en la vida cotidiana ya es complicado ser consciente al comprar, ¡en los viajes puede sentirse casi imposible!
Pero como siempre trato de ser consciente con mis elecciones, quiero compartirte tres tips que me han servido para hacer mis compras de viaje más sostenibles y te pueden ayudar a que tus próximas compras también lo sean.
Lee también este artículo sobre como viajar de forma más sostenible.
1. Define lo que quieres comprar antes de viajar
Cuando se trata de hacer compras conscientes, el primer paso para mí es tener claro lo que necesito antes de salir de casa. Esto no solo te ayuda a evitar compras impulsivas, sino que también te enfoca en piezas útiles o significativas. Tómate un tiempo para revisar tu clóset o tus cosas y pregúntate qué realmente te hace falta. Tal vez es una bufanda para el invierno, un libro especial, o un accesorio para la cocina.
Hacer una lista clara evita las compras impulsivas y te mantiene enfocado en encontrar lo que realmente quieres. De lo contrario, es fácil gastar el presupuesto en cosas que no eran prioridad y quedarte sin plata o tiempo para lo que sí necesitabas.
2. Visita las tiendas vintage o de segunda mano
En los viajes, todos queremos que la plata nos rinda. Pero, en lugar de elegir marcas baratas que sacrifican calidad y sostenibilidad, opta por prendas de segunda mano.
Visitar tiendas vintage mientras viajas es una oportunidad increíble para encontrar piezas únicas que no suelen estar disponibles en Colombia. Desde ropa y accesorios hasta libros y decoración, estos lugares están llenos de tesoros que combinan calidad, historia y precios accesibles.
En muchas ciudades, hay tiendas con una curaduría impecable y exhibiciones tan bien pensadas que invitan a quedarse explorando. Pero sí, reconozco que no todas son así, ¡por eso buscar recomendaciones locales antes de ir puede ser clave!
También es súper útil tener claro qué estás buscando antes de entrar. Por ejemplo, yo ahora mismo estoy en busca de un buen abrigo: que sea bien caliente, elegante pero no demasiado formal, y en color beige. Tener esta claridad hace que la experiencia sea mucho menos abrumadora. Entro directamente a la sección de abrigos, busco los de colores claros y, si algo me llama la atención, le dedico más tiempo. Pero si no hay nada que encaje, estoy fuera en cinco minutos, sin estrés ni pérdida de tiempo.
3. Busca calidad y sostenibilidad: los materiales importan
Siempre reviso las etiquetas de los productos que me llaman la atención, desde ropa hasta accesorios, sea algo de segunda mano o nuevo. Es un paso sencillo pero esencial para tomar decisiones más conscientes. Trato de optar por fibras naturales, evitando el poliéster u otros plásticos, y buscando productos idealmente de una composición de 100% el mismo material lo cual hará que el producto cuando llegue al final de su vida útil, sea más fácil de reciclar. En este artículo te cuento sobre la diferencia entre los materiales naturales vs sintéticos y cuáles son las elecciones más sostenibles.
Por ejemplo, si estás buscando un suéter de invierno, elegir uno de cashmere o lana es una inversión duradera y de calidad, perfecta para usar por años y reducir compras futuras. Es un enfoque donde menos es más: piezas de calidad que duran años.
Una app que uso mucho cuando viajo es Good On You. Es súper práctica porque puedes buscar marcas y ver su calificación en términos de sostenibilidad. Si estás en un lugar como Estados Unidos, donde las opciones pueden ser abrumadoras, esta herramienta es un gran aliado para saber qué marcas realmente valen la pena.
4. Elige souvenirs locales y funcionales
Los souvenirs son un tema delicado: pueden convertirse en objetos llenos de significado o terminar olvidados en un cajón. Casi siempre cuando hago micro limpiezas de mi cuarto me doy cuenta de que esos regalos que compré o que me regalaron, aunque fueron escogidos con mucho amor, son de las cosas que menos uso.
Para mí, la clave es elegir algo que realmente tenga un propósito. Siempre pienso: “¿Veo a alguien pintado aquí?” Si no estoy segura de que sea un producto que alguien vaya a disfrutar o usar mucho, prefiero optar por alimentos locales. Son regalos que transmiten la esencia del lugar que visitas y tienen muchas más probabilidades de ser disfrutados en vez de terminar acumulando polvo. Además, como foodie de corazón, me encanta compartir la sazón de los lugares a los que viajo.
Otra regla que sigo siempre es asegurarse de que el souvenir sea realmente local. Fíjate que el producto haya sido hecho en la misma ciudad o al menos en el mismo país. Es muy común encontrar souvenirs que parecen auténticos pero fueron fabricados en otro lugar, lo cual, para mí, les quita mucho significado.
Hacer compras conscientes mientras viajas no solo reduce tu impacto ambiental, sino que transforma tus recuerdos en algo más significativo. Al elegir con intención, puedes volver a casa con cosas que verdaderamente amas, apoyando a la economía local del lugar que visitas sin aumentar innecesariamente tu huella de carbono.