Viajar es uno de los grandes placeres de la vida, pero, si eres como yo, seguramente te preocupa el impacto ambiental que tienen estos viajes. Especialmente en un mundo donde los viajes en avión, los souvenirs, y hasta los pequeños hábitos cotidianos pueden dejar una huella considerable.
La buena noticia es que con pequeñas acciones podemos hacer una gran diferencia. Aquí te comparto algunos tips prácticos para reducir tu impacto ambiental mientras sigues explorando el mundo.
Lee también este artículo sobre compras más conscientes en los viajes.
1. Compensa la huella de carbono de tus vuelos
Viajar en avión tiene un impacto ambiental elevado debido a la gran cantidad de emisiones de carbono que genera. Y aunque sería increíble recorrer el mundo en tren, barco, o incluso en carro, estas opciones no siempre son realistas.
Cuando volar es la única opción, considera compensar la huella de carbono de tus vuelos. Muchas aerolíneas ofrecen esta alternativa durante el proceso de compra del tiquete, o puedes buscar plataformas confiables que calculan las emisiones y te permiten financiar proyectos que las compensen, como la reforestación o las energías renovables.Por ejemplo, recientemente descubrí que Avianca te permite calcular fácilmente el impacto de tus vuelos y compensar las emisiones. El costo es sorprendentemente bajo: ida y vuelta de Medellín a Nueva York me costó solo $5.97 USD. Este dinero se invierte en proyectos de restauración y protección de ecosistemas.
2. Empaca más ligero: lleva solo lo necesario
Viajar ligero no solo es más cómodo, también es más sostenible y te hace la vida más fácil durante el viaje. Entre menos ropa lleves, más sencilla será la decisión diaria de qué ponerte. Además, un equipaje más liviano reduce el combustible necesario para transportar el avión.
Mi consejo: piensa en lo esencial y lleva solo lo que realmente vayas a usar. Aunque no suelo planificar cada pinta antes de viajar (aunque puede ser útil), opto por empacar ropa en una paleta de colores uniforme, asegurándome de que todas las prendas combinen entre sí. Es mucho más fácil y práctico.
3. Haz compras más sostenibles
Cuando estés de viaje, elige productos locales, hechos de manera responsable, y evita caer en el consumismo impulsivo. Busca recuerdos funcionales, de calidad y que representen la autenticidad del lugar.
Otra opción es apoyar a artesanos locales o marcas sostenibles. Así, no solo te llevas un recuerdo especial, sino que también contribuyes a la economía de la comunidad que estás visitando.
👉 En este artículo te damos más tips sobre cómo hacer compras más sostenibles en los viajes.
4. Deja cada lugar como lo encontraste: Leave No Trace
Este principio es clave para un turismo responsable. Ya sea que estés en una playa, un bosque, o en una ciudad, asegúrate de no dejar basura ni dañar el entorno.
Si estás en la naturaleza, lleva contigo todo lo que trajiste, incluyendo desechos orgánicos, y no alteres la flora ni la fauna. En áreas urbanas, utiliza los contenedores de reciclaje y respeta las reglas locales para el manejo de residuos.
Yo, por ejemplo, no confío mucho en los sistemas de reciclaje en algunos lugares, como en Estados Unidos. Por eso, prefiero traer algunos residuos de vuelta a casa para disponer de ellos adecuadamente en mi ‘botellita de amor’, donde acumulo plásticos para su reciclaje.
5. Evita los amenities de hotel de un solo uso
Los pequeños frascos de shampoo, acondicionador, y crema que ofrecen los hoteles suelen ser desechados cuando aún están medio llenos. Lleva tus propios productos reutilizables en envases pequeños y evita este desperdicio innecesario. Cada vez más hoteles están eliminando estas miniaturas, pero mientras tanto, puedes poner de tu parte llevando tus propios artículos de aseo.
La mayoría de los productos de cuidado personal que uso son sólidos, lo que evita derrames en la maleta y reduce el uso de plásticos. Además, un pro tip: empaca siempre estos artículos en tu maleta de mano. En la cabina presurizada no se explotan y no corres el riesgo de perderlos si la maleta facturada se extravía.
6. Lleva tu termo a todas partes
Un gesto tan simple como llevar tu propio termo puede hacer una gran diferencia. Te permitirá evitar el uso de botellas plásticas de un solo uso y reducir el desperdicio generado durante tu viaje.
Yo tengo un termo 2 en 1, perfecto para bebidas calientes y frías. Así, cuando quiero un té o una aromática, puedo pedirlo en mi propio recipiente sin necesidad de consumir desechables. Muchos lugares incluso ofrecen descuentos si llevas tu propio mug o botella reutilizable.
Hacer compras conscientes mientras viajas no solo reduce tu impacto ambiental, sino que transforma tus recuerdos en algo más significativo. Al elegir con intención, puedes volver a casa con cosas que verdaderamente amas, apoyando a la economía local del lugar que visitas sin aumentar innecesariamente tu huella de carbono.